nos aburríamos

y decidimos hacer una tarta para invitar a todos los niños de la urbanización. Y ¿quién es el personaje favorito de todos los niños ahora mismo? (y que yo odio...) Pues Bob Esponja. Así que claudiqué y me decidí a hacer una tarta de tal personaje. En realidad y para ser sincera, es que es un personaje muuuuuuuy fácil de hacer con fondant, y para una principiante como yo, factible de hacer.

Hice un bizcocho (el de chocolate de siempre) de forma rectangular. Fue muy curioso porque para no hacelro muy grande usé una bandeja de un horno chiquitito que tenía de soltera. Como todas las bandejas de horno, tiene en el fondo marcado el rectángulo como unos centímetros menor que el borde la bandeja. Sabía que en la parte de abajo est amarca se iba a quedar. Pero mi sorpresa fue que esta marca se trasladó por arte de magia a la parte superior del bizcocho. ¿Cómo? ¡Ni idea! pero la parte de arriba tenía un rectángulo "concéntrico" con el borde.

Bueno, como usamos el fondant, ni se notó. No pensaba hacerle brzos y piernas, pero al final tuve que hacelro. Mi hija además me dijo "mamá, en los calcetines lleva una raya roja y otra azul". A eso no llegamos, pero en cuanto me haga con los rotuladores comestibles...

No es la más realista del mundo, pero a ellos les encantó hacerlo y si de algo carecen los niños es de paciencia para hacer las cosas mejor pero más lentas.

Además, las pestañas, nariz, ojos, calcetines, zapatos, dientes... los hicieron ellos. (¡no os fijeis en si es bizco o no, sino en el esfuerzo empleado para hacerlos! jajajaja)